El mago esperaba con paciencia escondido dentro de aquel sombrero de copa, un poco estrecho y bastante oscuro. Cuando, con una enorme destreza, aquel conejo blanco lo sacó de allí agarrado por su frondoso bigote negro, el público les dedicó una fervorosa ovación.
Microrrelato presentado al IX Certamen de Relatos YK Accesorios.
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