Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2022

Devotos

  Hemos decidido encargarnos de él como si se tratara de nuestro propio hijo porque, en realidad, somos buena gente. Dios no tuvo a bien darnos descendencia, así que estoy segura de que mandó a este joven pecador hasta nuestro hogar para que pudiéramos cuidarlo y darle una correcta educación. A veces hasta le ponemos algo de comer. Por la noche le curamos las heridas que nuestros castigos le causan durante el día, y es que él no termina de adaptarse a su nueva familia. Nos turnamos para leerle pasajes bíblicos, incluso rezamos con él, pero el maldito desagradecido no deja de suplicar que lo soltemos ya. Nos jura que no volverá a colarse en ninguna casa, que no robará jamás, ni siquiera un triste mendrugo de pan y que, a partir de ahora, acudirá a la iglesia de forma regular. Casi nos convence, pero por si solo fueran vanas promesas, hemos decidido acogerlo durante algunas semanas más. Finalista del X Premio de Microrrelatos Manuel J. Peláez.

Preadolescente

  *Imagen tomada de internet* La niña, tirada en la hierba, suplica apelando a sus diez años de amistad. Sentada a horcajadas sobre ella, la joven, con una asombrosa fuerza del carajo, aprieta su cuello hasta que deja de respirar. «Jamás te olvidaré», le susurra entonces al ya cadáver de su pequeña amiga invisible.