Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2022

Devotos

  Hemos decidido encargarnos de él como si se tratara de nuestro propio hijo porque, en realidad, somos buena gente. Dios no tuvo a bien darnos descendencia, así que estoy segura de que mandó a este joven pecador hasta nuestro hogar para que pudiéramos cuidarlo y darle una correcta educación. A veces hasta le ponemos algo de comer. Por la noche le curamos las heridas que nuestros castigos le causan durante el día, y es que él no termina de adaptarse a su nueva familia. Nos turnamos para leerle pasajes bíblicos, incluso rezamos con él, pero el maldito desagradecido no deja de suplicar que lo soltemos ya. Nos jura que no volverá a colarse en ninguna casa, que no robará jamás, ni siquiera un triste mendrugo de pan y que, a partir de ahora, acudirá a la iglesia de forma regular. Casi nos convence, pero por si solo fueran vanas promesas, hemos decidido acogerlo durante algunas semanas más. Finalista del X Premio de Microrrelatos Manuel J. Peláez.

Preadolescente

  *Imagen tomada de internet* La niña, tirada en la hierba, suplica apelando a sus diez años de amistad. Sentada a horcajadas sobre ella, la joven, con una asombrosa fuerza del carajo, aprieta su cuello hasta que deja de respirar. «Jamás te olvidaré», le susurra entonces al ya cadáver de su pequeña amiga invisible.

Un fallo en el sistema

*Detalle de El ángel caído de Alexandre Cabanel*   Me extrañó mucho que me enviaran allí sin comprobar antes mi historial, pero es cierto que mi aspecto angelical siempre me había ayudado a parecer lo que no era. Tal y como había imaginado antes de morir, el cielo era un lugar esponjoso, tranquilo y sumido en una irritante claridad. Los rubicundos seres que lo poblaban pasaban el tiempo tocando arpas, liras y laudes, desafiando a los nervios más templados. Supe que sería imposible aguantar toda la eternidad en semejantes condiciones, así es que tuve que intervenir.  No me costó hacerme con la confianza de un pequeño grupo para sacar a sus miembros de tan tediosa rutina. Al primer divertimento que nos entregamos con un inusitado fervor fue al de orinar asomados a nuestras nubes en los días de lluvia. Se morían de la risa imaginando a los todavía vivos recibiendo aquellas gotas con la cara vuelta hacia arriba. Enseguida se cansaron y reclamaron algo más de sofisticación en nuestros pasa

Cuestión de supervivencia

  Cuando papá llega a casa pasadas las diez de la noche, la mayoría de las veces lo hace vociferando el nombre de mamá mientras se empieza a desabrochar el cinturón. Es en esos momentos de terror cuando debemos decidir cómo actuar. Mamá me suplica con la mirada que no me mueva, que no haga nada. Entonces yo procuro mirar para otro lado con el ojo derecho. El izquierdo, en cambio, me lo tapo con las dos manos, por instinto, pues se me olvida que desde una de aquellas terribles noches, detrás del parche, no hay más que un oscuro vacío. Microrrelato seleccionado para su publicación en la antología ¡Basta! + de 100 escritores y escritoras contra la violencia de género.

Última hora

La población estalla indignada ante un nuevo aplazamiento del Juicio Final   Al parecer la causa sería la sobrecarga de trabajo a la que se han visto sometidos los empleados del juzgado en los últimos meses. «Nunca nos habíamos encontrado ante semejante situación. Millones de acusados han de sentarse en el banquillo y nosotros estamos desbordados. ¡Solo tenemos dos manos, por el amor de Dios!», se queja uno de los funcionarios. Ante el anuncio de este hecho miles de muertos se han echado a las calles reclamando una solución. «Llevamos más de dos mil años esperando y ahora se ríen de nosotros. Solo reclamamos lo que se nos prometió. Queremos un juicio justo para que pueda producirse nuestra resurrección cuanto antes». El magistrado, Dios Todopoderoso, ha declarado su malestar por lo sucedido y lamenta no poder hacer honor a su nombre esta vez. A todo este caos se suma el enfado de los equipos de limpieza de la ciudad a causa de la cantidad de vísceras y miembros en descomposición que se