Ir al contenido principal

Un sombrero para cada día


Cada mañana se presentaba como un nuevo reto con aquella amplia variedad de sombreros a mi total disposición. En apenas unos minutos mi aspecto se transformaba de la manera más radical y sentía cómo, bajo aquella prenda, podía ver la vida de distintas maneras. Las boinas de vivos colores me provocaban unas irrefrenables ganas de seducir. Las pamelas, en cambio, me daban un aire de sofisticación y elegancia imposibles de conseguir de ninguna otra manera. Ahora bien, con lo que más disfrutaba, sin lugar a dudas, era con las miradas ajenas. Me provocaba un inmenso placer advertir cómo las mujeres envidiaban mi aspecto y la forma en que, mediante leves codazos en las costillas de quien las acompañaba, señalaban mi presencia. Y así, un día tras otro, siempre había alguien al otro lado del escaparate dispuesto a hacerse con mi sombrero.

 
Tercer premio en el II Concurso de Microrrelatos "El Folio en blanco" convocado por Cadena COPE Ávila.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Truco o trato?

  Vampiros, momias, fantasmas y muertos vivientes esperaban con ansia la llegada de la noche más escalofriante del año. Solo entonces daban rienda suelta a su lado más oscuro y se disfrazaban de abogados, oficinistas o escritores mediocres. Microrrelato ganador mediante votación popular del Concurso de Microrrelatos Espeluznantes en las 100 Tiendas.

Silencio

  «Ya estoy aquí», grita una noche más al llegar a casa. Lo hace con la esperanza de recibir una respuesta que le demuestre que su mujer ya ha olvidado la última pelea. Ella es demasiado cabezona y eso, la mayoría de las veces, a él le hace perder los nervios. Que luego a todas se les llena la boca con la tontería esa de la igualdad, pero ya le gustaría a él quedarse en casa y que fuera ella la que saliera a partirse el lomo cada día.  Hoy parece que tampoco se va a dignar a contestar, así es que va hasta el dormitorio, se asoma y comprueba que sigue inmóvil sobre la cama, en esa postura imposible para cualquier cuerpo. Le repite que ha llegado y, ante su obstinado silencio, enseguida cierra la puerta porque tras cuatro días el olor ahí adentro comienza a ser realmente insoportable. Seleccionado para su publicación en la antología del II Certamen de Microrrelatos Feministas de la Universidad de La Rioja.      

Una familia unida

  Tras el naufragio pudimos sobrevivir en aquella pequeña isla tanto tiempo gracias a papá. Eso creemos todos, aunque es cierto que también resultó de gran ayuda que Luis, el mayor, supiera cómo encender un fuego; que mamá afilara con semejante empeño aquella piedra hasta lograr que cortara mejor que cualquier cuchillo jamonero; o que Marta demostrara esa sangre fría pese a ser la más pequeña y su favorita. Sin embargo, antes de todo eso, fue a mí a quien le tocó el arduo papel de explicarle lo difícil que nos iba a ser continuar allí sin él. Microrrelato finalista en el X Certamen de Microrrelatos del Ateneo de Mairena.