Siempre me has asegurado que tu amor es inmenso como este edificio e infinito como el universo, que me quieres tanto que morirías por mí. Se te llena la boca proclamando a los cuatro vientos que eres un hombre que siempre cumple sus promesas y que jamás me defraudarás. Pues bien, Julián, yo te digo que las palabras se las lleva el viento y que, en realidad, el movimiento se demuestra andando, así que haz el favor ahora mismo de vestirte y de salir por esa ventana; mi marido hace tiempo que anda con la mosca detrás de la oreja y el portero acaba de avisarme de que en este momento está subiendo por el ascensor.
Microrrelato seleccionado para su publicación en la antología del IV Concurso Literario Camp del Turia.
A veces el amor es una frase hecha; estupendo, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, José Antonio, por pasarte a leer y comentar. Un abrazo.
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